Talento en la Bretaña francesa

Quince de los treinta y dos goles a favor que lleva el Lorient esta temporada en  la League One francesa han sido anotados por un chaval de 23 años con una progresión arrolladora.

Kevin Gameiro se hizo futbolista en el norteño Estrasburgo, jugando tres temporadas a muy buen nivel.

En verano de 2008 el Lorient hace un esfuerzo por él y desembolsa 3 millones y medio de euros para hacerse con sus servicios.

Una vez en el equipo anaranjado de la Bretaña, el delantero está gestando un sueño que, a poco que finalice la temporada se convertirá en realidad.

Está obsesionado con el gol y aunque no es un delantero centro nato, es un segunda punta con vocación rematadora, sus resultados cara a portería contraria se están revelando como prodigiosos.

Su primera temporada con el Lorient la finalizó con once goles, el año que Gignac se destapó en el Toulouse.

Fue un año de rodaje, donde logró conocer a fondo la primera división francesa y establecerse como goleador en la misma, dándose a conocer en el planeta futbolístico galo.

Al siguiente ejercicio, la temporada 2009/10 incrementó sus haberes goleadores hasta la cifra de diecisiete, a sólo uno del máximo goleador del campeonato, el punta senegalés del Olympique de Marsella, hoy en el Fenerbahce, Mamadou Niang.

Pero es en la presente temporada donde los números de este delantero de uno setenta y uno de estatura se han roto en pedazos, habiendo anotado a la fecha quince goles, quedando más de un tercio de campeonato todavía. Pero no se caracteriza solo por anotar, se trata de uno de los mejores asistentes de todo Le Championat.

Está consiguiendo echar por tierra todas las críticas que le hacían ser el protagonista de "el jugador escondido".

Que si no aperece nunca en los encuentros, que si se esconde, que su irregularidad es patente... en fin una serie de adjetivos, que siendo ciertos, no siempre fueron justos. El equipo en el que lleva militando tres años nunca fue un club de campanillas, es el club de una ciudad pequeña, con bajo presupuesto, donde los títulos son un bien superior difícilmente alcanzable. De hecho, el único trofeo conseguido en su historia ha sido la Copa de Francia del año 2002.

Su historia en la Primera División es corta. Su debut fue en la temporada 98/99 y este curso es el quinto consecutivo en el primer plano futbolístico nacional, manteniendo además una progresión ascendente.

Pero a esta perla anaranjada le quedan escasos meses en la Bretaña francesa.

El talento del francés está siendo seguido de manera muy cercana por los equipos grandes de Europa y es el momento de dar el salto de calidad.

En los despachos de Mestalla lleva meses su nombre anotado, en Sevilla de igual manera, y ahora recientemente se habla del interés del Arsenal por hacerse con sus servicios. Run run propio de estas fechas que no hace sino motivar aún más a este diminuto nueve francés.

La selección de Laurent Blanc ha llamado a su puerta y él está dispuesto a hacer historia con les blues.

El talento es patente, las ganas de progresar, también.