Gran futuro verdeamarelo

Poco más de quince días faltan para que comience la tan esperada Copa América de Argentina 2011.

Las opciones al título parace que serán para las selecciones de siempre, Brasil y Argentina, con un único posible tercer candidato, Uruguay. Pudiera haber sorpresas sobre la marcha, pero no es de esperar.

Hoy me centraré en la canarinha, el nuevo Brasil de Mano Menezes.

Aparte del objetivo de alcanzar el prestigioso título, su objetivo va más allá. Serán, al paso de tres años, allá por 2014, los organizadores de una Copa del Mundo y la preparación para tal cita mundial en terreno propio ha de empezar desde ya, con la convocatoria de jugadores jóvenes, con una proyección asombrosa, capaces de convertirse en estandarte de esta selección de fama mundial.

Lucas Leiva, Ramires, Pato, David Luiz, Ganso, Lucas, Neymar, Sandro son jugadores seleccionados con menos de veinticuatro años, que en el 2014 estarán con no más de veintisiete, en el mayor esplendor de su vida deportiva.

Brasil realizó un último mundial mediocre y tras él, la revolución llegó a su propia selección, de la mano de un entrenador de poca relevancia internacional.

Luis Antonio Venker de Menezes, Mano Menezes, no es un técnico que se caracterice por ser un dechado de experiencia en el fútbol de fuera de sus fronteras. Pero ello no ha sido óbice para que la Federación de su país haya confiado el proyecto en su equipo técnico.

Y con él ha llegado la revolución. No le han temblado las manos para dejar fuera del torneo a los madridistas Kakà y Marcelo, así como al ex-sevillista Luis Fabiano.

Brasil es un filón inagotable de futbolistas de calidad y no le ha costado trabajo confiar en nuevas promesas que puedan hacer al país campeón de la Copa América por tercera vez consecutiva.

Sólo ocho componentes del equipo de Dunga en Sudáfrica permanecen en la canarinha para esta Copa América, Julio César, Dani Alves, Maicon, Robinho, Elano, Lucio, Luisao y Thiago Silva. El resto, savia nueva para construir el futuro de la verdeamarela, que se presenta muy esperanzador. Una mezcla de experiencia y talento que puede resultar explosiva.

Ha sido valiente Mano Menezes en hacer esta revolución, a sabiendas que el futuro inmediato es crucial para el éxito futuro en 2014.

Mantiene a Julio César como cancerbero, hoy día aún no posee repuesto de garantías y ese es un verdadero problema para los brasileños, porque para el Mundial tendrá treinta y cinco años.

Una línea defensiva de cuatro con Dani Alves y André Santos de laterales carrileros, bien flanqueados por los centrales de moda, David Luiz, de Chelsea y Thiago Silva del Milán que han dejado en el ostracismo nacional a Juan y Lucio.

Un mediocampo compuesto por Sandro de contención y Lucas Leiva haciendo de pulmón con los interiores Ramires y Jadson por las bandas para enviar balones de peligro a los puntas Robinho y Neymar.

De este once, sólo el jovencito Neymar, de diecinueve años, juega en liga brasileña, el resto están repartidos por los mejores clubes del Viejo Continente.

El atractivo y la innovación en la selección carioca es impresionante.

Argentina y Uruguay deberán batirse el cobre para derrotar a esta escuadra de primerísima fila.

En poco más de dos semanas empieza la fiesta.