jueves, 13 de enero de 2011

Un español en Polonia

Es uno de los grandes de España. Siendo delantero centro en sus inicios, fue reconvertido a centrocampista o mediapunta en ciertas ocasiones, José Mari Baquero ha sido uno de los jugadores de mayor lucha y entrega allá por donde pasó.
Se trata de uno de esos jugadores que se convierten en líderes por aclamación de sus propio vestuario.
Este navarro de nacimiento, donostiarra de adopción, de familia supernumerosa y deportista, comenzó su andadura futbolística en las categorías inferiores de la Real Sociedad de San Sebastián.
Su talento, ganas, entrega e implicación fueron causas para que pronto se convirtiera en imprescindible en aquel genial equipo de virtuosos que hicieron a la escuadra vasca campeona de Liga en dos ocasiones consecutivas en los años ochenta, compartiendo alineación junto a los míticos Satrústegui, Idígoras, Zamora y Lopez Ufarte.
Debido a su proyección fulminante fue fichado por el Barcelona donde plasmó sus maravillosas virtudes. Fue rentable, muy rentable para el equipo azulgrana.
Ganó muchos títulos nacionales en los años que estuvo allí, cuatro Ligas consecutivas, dos Copas del Rey y otras cuatro Supercopas de España.
Pero lo inolvidable para José Mari Baquero, lo tremendamente importante en su carrera deportiva fue la consecución de la Copa de Europa en el 92.
Fue el cénit en su carrera.
Es de los jugadores que mayor número de partidos ha disputado en la Primera División española.
Finalizó su carrera como jugador en México, en el Veracruz, donde sólo participó en algunos encuentros.
Tras iniciarse como entrenador en España, -pasó por el Málaga, Real Sociedad y de segundo de Ronald Koeman en el Valencia-, en la actualidad se juega su futuro en el floreciente fútbol polaco.
El Lech Poznan es su destino actual, un club venido a menos pero con una historia brillante en el fútbol polaco, habiendo ganado seis ligas en su país. Se mantiene vivo en la Europa League donde se enfrentará en Febrero al Sporting Braga portugués.
El pasado año debutó en la Ekstraklasa, primera división polaca, en el Polonia Varsovia, donde fue fichado y destituído al principio de la presente temporada por el presidente y magnate de la construcción, Wojciechowski, debido a un tremendo choque de personalidades. 
No se trata de fútbol de primer nivel, pero es una buena escuela para adquirir experiencia en los banquillos y a medio plazo poder dar el salto a otras ligas de mayor consistencia deportiva.
Suerte a este valiente trotamundos de los banquillos, que con escaso bagaje aún, promete convertirse en uno de los grandes directores de Europa.
Al menos, así lo creo yo, porque fue líder en el césped y lo considero un gran comunicador e integrador de esfuerzos.
Español y en Polonia, a buscarse la vida.

2 comentarios:

Matías Rodríguez dijo...

le recuerdo en sus tiempos de futbolista, era soberbio como jugador del barcelona. despues como tecnico no lo tenia y no conozco su trayectoria, seguramente puede tramitir su experiencia en un futbol no tan trillado como el polaco, un saludo

Anónimo dijo...

Un futbolista de los que ya no hay. Siempre ha sido más reconocido en el Barca que en Gipuzkoa, una pena que no se le haya valorado nunca como se merece.

Saludos!