¿Que hay de nuevo Kenny?

Se venía venir desde hace tiempo.

Este equipo no carbura, es cierto que no ha habido fichajes de renombre internacional,que los nuevos propietarios dan sensación de no haber aterrizado aún en el Mersey, pero la afición de Anfield estaba gritando hace semanas un cambio de dirección técnica.

No había otra opción. Roy Hodgson se va con la cabeza alta, de mutuo acuerdo, es un señor, no pondrá problemas, pero con la tristeza de haber podido hacer mucho más en caso de haberle proporcionado otros mimbres que a buen seguro le darán al escocés, al Rey de Liverpool, al sucesor de Kevin Keagan.

Al menos Kenny tratará de subir un ánimo que el bueno de Roy Hodgson nunca fue capaz de transmitir a los suyos, parecía que saltaban al césped ya derrotados de antemano y así no podía ser.

Tiene mucho trabajo por delante para colocar a los reds en un puesto clasificatorio digno. Roy Hodgson ha trabajado durante cuatro meses de gloria, tras tantos años de esfuerzo en equipos de menor categoría, pero sinceramente, hubiera merecido otro final.

No ha sabido convencer a los nuevos dueños de que se trataba de una etapa en el club que requería un fuerte aporte económico, a sabiendas que la competencia es durísima y que las salidas de jugadores importantes fueron una evidencia.

Esperemos, siempre por el bien del fútbol, que Kenny Dalglish sea capaz de, sobre todo, levantar el ánimo de los jugadores, que no está por los suelos, sino en los sótanos de Anfield.

Suerte al Rey de Anfield, lo fue por mérito propio.