Estos pájaros vuelan alto

Tras 112 años de vida el Cardiff City Football Club, fundado en origen como Riverside F.C., puede hacer historia.

La prudencia nos aconseja que no debemos adelantar acontecimientos, pero la oportunidad que se palpa en la capital de Gales es de las que no se deben dejar escapar por nada del mundo. Una ciudad volcada con su equipo desde hace años merece estar en la cúspide del fútbol ya por fin. Han disfrutado de multitud de ocasiones, sin ir más lejos el pasado año, y no deben derrochar más oportunidades de éxito.

Los Bluebirds, propiedad del magnate malayo Chan Tien Ghee se encuentran capacitados para poner la guinda al pastel que están viendo a escasos metros de sus ojos. No puede ser otro año, ha de ser éste, y no en la ruleta de los playoffs, sino en las dos posiciones de arriba que proporcionan ascenso directo.

Tienen la fantástica opción de quedar en segunda posición. La plantilla está repleta de talento y será complicado disponer de semejantes efectivos para futuras campañas en Championship.

El pasado sábado tuve la feliz oportunidad de presenciar en directo el partido que disputaban los bluebirds en el Keepmoat Stadium de Doncaster para medirse a los rayados Rovers capitaneados por el irlandés Sean O'Driscoll donde causaba baja su cañonero principal, Billy Sharp.

Enseguida y nada más comenzar, al cuarto de hora, en una jugada trenzada, Chris Burke adelanta a los galeses en el marcador. Pareció conformarse el Cardiff con el cero a uno y fruto de su relajación durante la mayor parte del encuentro, el Doncaster igualó la contienda a falta de doce minutos para el final.

Pero lo mejor estaba por llegar. Dave Jones mantenía guardado un as bocabajo que no quiso mostrar hasta que faltaron cinco minutos. El preciado as no era otro que Jason Koumas. Auténtico. Determinante. Colosal.

Nunca un futbolista pudo rendir más en sólo cinco minutos.

Este galés de Wrexham vive sus segunda cesión al equipo de Cardiff. Ya en la temporada 05/06 anotó 12 goles en 44 intervenciones, sus mejores números. Nada del otro mundo. Y esta temporada navegaba en la mediocridad. Pero en sólo esos cinco minutos revolucionó el partido y quien sabe si la campaña del equipo de los pájaros.

El tiempo dará o quitará razones sobre la veracidad en la afirmación de que sus dos goles fueron decisivos en el devenir del campeonato.

El uno dos de falta directa magistralmente ejecutada y el tercero en jugada combinativa llevada a cabo con el alma y estandarte del Cardiff, el incombustible capitán, Craig Bellamy. Jugada de filigrana entre ambos con diversos pases tuya mía que rubricó Koumas de un perfecto derechazo. La fiel hinchada galesa apostada tras la meta del Rovers no daba crédito a lo sucedido para bien en los minutos finales.

La explosión de júbilo se hizo ensordecedora en Keepmoat Stadium cuando Mr.Hooper decretó el final de la contienda.

De los cinco encuentros que faltan por disputar, le quedan tres en el novísimo Cardiff City Stadium y sólo dos fuera del mismo, en Preston y el último en Burnley.

De su constancia en este corto tramo final y de la perseverancia en el esfuerzo y la concentración dependerá que los galeses lleguen al cielo o por el contrario se queden de nuevo por el camino.

Dave Jones ha conseguido lograr con el tiempo la unión completa de unos jugadores que reunen a la vez talento y ambición. Todos reman en la misma dirección y con una fuerza asombrosa.

Un equipo que ha sido capaz de cambiar la historia, pues debido a su triunfo en la FA Cup de 1927, la tradicional Copa inglesa pasó a denominarse FA Cup (Copa de la Federación), puede repetir de nuevo el hecho de ser protagonista en la historia del fútbol en las islas al convertirse en el primer equipo galés participando en la Premier.

El ocho de mayo tendremos el veredicto final, aunque si al final entrara en playoffs, será más tarde.

Los pájaros vuelan alto y por tanto, estos bluebirds tienen más posibilidad de llegar al cielo antes que otros.