Dos plazas que dan calambre

Una vez finalizado el agónico encuentro Zaragoza Almería, con victoria local por uno a cero tras encajar gol Diego Alves en un dramático rebote, podemos afirmar que el equipo rojiblanco ya es de segunda división. No lo es por números, quedan quince puntos en juego, pero es que no ha conseguido ninguno de los últimos quince posibles.

La destitución de Juanma Lillo no tuvo el efecto que en su día se esperó. Ni José Luis Oltra ni el vasco Roberto Olabe han sabido ni podido reconducir una situación caótica que al paso de las jornadas ha ido pasando de nublada a tormentosa. El cielo en el azul del Mediterráneo se ha puesto tremendamente oscuro y ya no hay tiempo para que amaine el temporal.

Ahora quedan dos puestos para ser ocupados y nadie quiere sentarse en esa silla que echa fuego por doquier. Nadie se quiere quemar pero bien es cierto que hay ocho equipos en la actualidad con posibilidades de quedar escaldados.

Cinco jornadas para dar el todo por el todo. No hay espacio para la relajación. Real Sociedad, Depor, Getafe, Rácing, Málaga, Zaragoza, Osasuna y Hércules son los autonominados.

A estas alturas de campeonato la mentalidad con la que deben afrontar estos próximos encuentros es determinante.

Las rachas con las que llegan a competir son claves.

Me explico. Cuando un equipo entra en la vorágine de la derrota, compite consigo mismo, la losa que soporta encima es difícil de apartar. Los jugadores no son capaces de ver más allá de cada domingo y la presión se hace insufrible.

Es lo que le está pasando al Getafe, un equipo en caída libre en lo que llevamos de año 2011 habiendo conseguido solo dos victorias en diecisiete encuentros disputados, once puntos de cincuenta y uno posibles. La debacle, el desastre, el comprar papeletas para sentarse en la silla que arde. Si a esto unimos la situación de venta del club al grupo inversor de Dubai, aún más se acrecienta la inestabilidad institucional con el contagio que esto provoca en la parcela deportiva. Michel tiene un examen definitivo en estas cinco jornadas finales y parece que ha dejado la tarea para final de curso.

Por su parte, Osasuna de Pamplona está inmerso en una espiral negativa de difícil superación, con cuatro derrotas consecutivas. José Luis Mendilibar ha de hacer encaje de bolillos en su plantilla para hacerles ver que son capaces de superar la situación tan adversa que se le ha presentado.

El Hércules ha pasado en dos ocasiones en este año por la infausta racha de cuatro derrotas consecutivas. No hay equipo que aguante estas sacudidas. Ni Drenthe, ni Trezeguet, ni Valdés han sido capaces de conseguir que a falta de cinco jornadas para la finalización, los de Alicante estén alejados del miedo.

Por su parte, el Zaragoza es un equipo venido de menos a más. No hay que olvidar que la escuadra maña consiguió su segunda victoria ya en el año nuevo, habiendo sumado en dieciséis jornadas la paupérrima cifra de una decena de puntos. El vasco Aguirre ha sabido enderezar una trayectoria nefasta pero aún le queda trabajo por delante porque el miedo se apodera de su buena plantilla y las ramas no le dejan ver el bosque, aunque poco a poco va observando un horizonte algo más despejado.

Un caso similar al de la Romareda es el de la Rosaleda, equipo malaguista con trayectoria ascendente que salió de los puestos de descenso hace muy poco, con una inversión fortísima en el mercado invernal y está dando resultados positivos.

El Rácing de Santander, también con capital extranjero, está consiguiendo poco a poco una salvación que todavía no es definitiva. No debe dormirse en los laureles de la relajación y ha de salir a por todas en los choques que aun le quedan, tres en casa y dos fuera del Sardinero, uno de ellos primordial en el feudo alicantino.

Por ultimo, no están exentos de complicaciones Deportivo de la Coruña y Real Sociedad. Solo le separan a ambos tres puntos de los puestos de descenso. Cuatro puntos de veintisiete posibles es una rémora muy pesada la que portan los de San Sebastián y más sabiendo que la próxima semana reciben al todopoderoso Barcelona en Anoeta. Con diecinueve derrotas, son los donostiarras los que más numero de veces han dejado a cero su puntuación semana tras semana.

Otro que ha de enfrentarse a los azulgranas es el Deportivo. Sólo tres puntos por encima de Osasuna, iguala  a la Real y también está como loco por salir de la UVI para descansar en planta.

Son los ocho equipos que pelean por no ocupar la silla eléctrica instalada en los puestos dieciocho y diecinueve que llevan de cabeza al calambrazo de la segunda división, donde ya navega, virtualmente, el equipo mediterráneo del Almería.

Nos espera un mes apasionante donde los nervios no deben apoderarse de estos equipos. Han de mantener la cabeza fría y ser conscientes del triunfo que para ellos es continuar en la Primera División.

La losa del descenso es demasiado pesada, aunque dos de estos ocho, el mes próximo estarán sentados definitivamente en la silla eléctrica que les garantiza el descenso automático. Calambre, calambre.

¡ Sálvese quien pueda !