miércoles, 29 de diciembre de 2010

El rudo estilo del gota a gota

No es que el Birmingham sea un equipazo de Premier.
Lo considero segundón, incluso diría que tiene opciones a descender. Pero tiene el mérito principal de tener en el banco al bueno de Alex Mc Leish, el pelirrojo escocés que triunfara en Aberdeen como jugador y en el Rangers como entrenador en la primera mitad de la década que finaliza.
Con cincuenta y un años ya cumplidos, está viviendo su primera experiencia en Inglaterra, tras haber tenido pasado escocés por los cuatro costados.
En un aglutinador de esfuerzos, capaz de conseguir que un grupo mediocre se supere día a día a base de trabajo y sacrificio, siempre ayudado de una afición fantástica que hace del estadio de St.Andrews un auténtico fortín. El frío lo traducen en cánticos y ruído que hacen llevar en volandas a los blues de Birmingham.
Es difícil sacar puntos allí, se crecen con los equipos grandes, de hecho el Chelsea de Drogba, Malouda y Salomon Kalou no fue capaz de perforar la meta local y se dejaron tres puntos de oro que seguro se acordarán allá por finales de mayo.
Anoche el United se las prometía felices a falta de tres minutos para terminar el encuentro.
Ganaban cero a uno y ni imaginaban que perdieran dos puntos de tan cruel manera.
Pero así es el destino, y el equipo de McLeish, fiel a su rudo estilo del gota a gota, ley de gravedad de por medio, consiguió a base de tenacidad y empuje, hacer un gol, Nicola Zigic con el brazo, que puso broche de oro para los de St.Andrews y vió como los red devils se iban a vestuarios con la cabeza gacha.
A falta de dos partidos para igualar encuentros, el Manchester United tiene la posibilidad de seguir arriba con un colchón suficiente para no pasar apuros, pero esto es largo y... Dios sabrá.
Hay varios equipos acreedores al premio del estilo del gota a gota, llámese Wigan, Stoke o Birmingham, pero a base del poquito a poco se consiguen grandes metas y en ello están estos locos de la Premier.

viernes, 24 de diciembre de 2010

A rodar el balón

En fechas tan señaladas en el calendario, deseo a los lectores de esta bitácora que paséis unas muy Felices Navidades en compañía, como no, de nuestro bendito fútbol. Que el balón nunca pare de rodar !!!!! Mis mejores deseos para 2011. Que el fútbol siempre sea una fuente de buenos momentos.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Once días, no va más

La clave está en el futuro inmediato.
Entre los partidos suspendidos este fin de semana y las próximas fechas, 19 a 22, cuatro jornadas, cuatro, a celebrar desde el 26 diciembre al 5 enero, se puede definir mucho y bien esta bendita Premier League.
Es cierto que el Manchester United domina la tabla con una clarividencia incostentable. No ha sido derrotado aún en los dieciséis encuentros que ha disputado, es el equipo más goleador con 36 dianas y eso le da una solvencia que provoca miedo en los contrarios.
Pero es que los perseguidores, Arsenal, Manchester City, Chelsea y Tottenham vienen pisando fuerte y han dejado atrás los prejuicios que se les habían venido encima desde hace unos días.
No incluyo en la pugna por el título ni a Sunderland ni a Bolton Wanderers dado que considero que será difícil que estén entre los de arriba. Por plantilla y por historia.
Tanto Wenger, como Mancini, Ancelotti y Harry Redknapp son conscientes de todo lo que se juegan en estos cuatro choques. Uno tras otro. Sin solución de continuidad. Y Alex Ferguson los mira desde arriba. Incluso con prepotencia. Es su carácter y forma de ser.
No vale descolgarse. Una vez concluído este sprint de cuatro jornadas quedarán dieciséis. Parece que son muchas pero será poco más de la tercera parte de todo el campeonato.
Sólo dieciséis de treinta y ocho.
Dejar de lado los problemas con renovaciones y nuevos contratos se me antoja primordial para evadirse de la presión.
Considero básico dar un golpe de autoridad en estos días vacacionales para el gran público, pero de ardua tarea para entrenadores y jugadores.
No sólo el temá físico será importante, hay que mentalizar a los equipos de que estos doce puntos son fundamentales cuando miremos la clasificación allá por final de mayo. Porque es cierto que ahora no hay que mirarla. De cualquier número hay que extraer conclusiones en positivo.
Más de uno se acordará de no haber empujado lo suficiente en estos días de asueto general.
Definir tácticas, evaluar rotaciones, motivar a los chicos y afianzar la autoestima serán claves para el desarrollo de estos once días.
Para cada equipo, cuatro finales en once días.
Intensidad a raudales.
No va más !!!

martes, 14 de diciembre de 2010

Illa, illa, illa, Juanito Maravilla

Hace dieciocho años que no está entre nosotros.
La puñetera y cruel carretera se lo llevó para siempre. A la vuelta de un Real Madrid Torino, rumbo a Mérida donde ejercía de entrenador, el destino fatal acabó con su vida.
Inmediatamente se agrandó su leyenda.
Futbolista con carisma. Genio y figura. Querido y odiado a la vez. Héroe o villano. Nunca pasaba inadvertido. Su intenso carácter hizo que se multiplicaran sus seguidores y sus detractores.
Pero me quedo con lo primero. Fui seguidor suyo allá donde fuera, no sólo por pertenecer al Real Madrid, sino porque hoy día no abundan deportistas con la fuerte personalidad de Juan Gómez Juanito.
Muy joven viajó desde Fuengirola hasta la capital de España, para enrolarse en las filas del Atlético de Madrid. Allí, en las categorías inferiores se formó como jugador y deportista para pasar en breve a las filas del desaparecido Burgos Club de Fútbol, debido a una grave lesión en el peroné. Es en esta ciudad donde destaca de forma fulgurante y se fijan en él los ojeadores del Real Madrid, club por el cuál ficha en 1977. En el club blanco se convertiría en estandarte del equipo durante más de diez temporadas.
Terminaría su carrera deportiva en el Málaga y finalmente en Los Boliches.
Extrovertido y generoso, dejó amigos allá donde estuvo. Es recordado con pasión, no solo por los seguidores blancos sino por todos los españoles aficionados al buen fútbol.
Futbolista con valores, cuando hizo algo mal, supo pedir perdón, reconociendo sus errores, como el día que jugando ante Bayern Munich, en un ataque de genio le pisó la cabeza al alemán Lothar Matthaus.
Esa misma noche, tras el choque, reconoció su error e inmediatamente pidió disculpas al germano.
No obstante, tuvo una sanción merecida y ejemplarizante que hizo poner el punto final a su andadura madridista.
El mismo se definió como "aprendiz de todo y maestro de nada", símbolo de humildad y categoría humana. Sus virtudes, tales como fortaleza, ingenio, chispa, carácter y liderazgo fueron muy superiores a sus defectos, que los tenía.
Supo transmitir a sus compañeros, tanto de equipo como de selección, esa fuerza y optimismo de las que estaba dotado. Santillana, Camacho, del Bosque, Pirri, Benito y tantos otros pueden dar fe de ello.
Luego se recordarán también, como es natural, sus salidas de tiesto, como aquel escupitajo a su ex-compañero Uli Stielike o el botellazo que recibió en la antigua Yugoslavia cuando al ser sustituído hizo un gesto despectivo de derrota al público. Formas horrorosas que no han sido capaces de deteriorar la calidad de su enorme corazón. Siempre sumó mucho más de lo que restó.
Estuvo presto y dispuesto a colaborar en cualquier causa benéfica, sobre todo en su Costa del Sol natal, donde se convirtió a lo largo de los años, en un auténtico mito.
Tras casi dos décadas de su desaparición, aún siguen entonando en el Bernanéu, en el minuto siete, su dorsal, este grito emblemático de Illa, illa, illa, Juanito Maravilla.
Ese siete mítico que luego heredarían Emilio Butragueño y Raúl González. De tal palo, tal astilla.
Que perdure para siempre.
P.d. Post dedicado a JT, bitacorista de pro.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Años ochenta, hegemonía vasca


Las temporadas consecutivas comprendidas entre 80/81 y 83/84 se recuerdan como las cuatro que los principales equipos vascos se proclamaron vencedores del título de Liga en España.
En las dos primeras fue la Real Sociedad y las dos siguientes el Athletic de Bilbao.
La hegemonía vasca fue patente, con dos equipazos de lujo, perfectamente dirigidos por el fallecido Alberto Ormaechea y por Javier Clemente respectivamente.Ya en la temporada previa, la 79/80, la Real estuvo a punto de proclamarse campeón, pero tras 32 jornadas invicto, en la penúltima jornada, fue derrotado por el Sevilla por dos a uno (el gol de Bertoni no será olvidado jamás por los aficionados de San Sebastián), siendo superado por el Real Madrid, que consiguió el título con un punto de diferencia sobre los donostiarras.
Posiblemente haya sido la mejor temporada en la historia de este equipo vasco, a pesar de quedar en segundo lugar en la tabla.
Eran los años de Atocha, del Viejo Atocha, estadio con mucho sabor, hoy derruído, a orillas del río Urumea, los años donde, en deferencia a los marineros que faenaban en el mar, daban salvas dobles cuando marcaba gol el equipo local y simples cuando lo hacía el visitante.
Sin embargo, fue al siguiente año cuando los blanquiazules consiguen el primer título de Liga.
Era la época de Arconada, Celayeta, Cortabarría, Górriz, Olaizola, Diego, Zamora, Perico Alonso, Baquero, Idígoras, Satrústegui, Uralde, López Ufarte...
Con menor número de puntos, sólo 45, por los 52 del año anterior consiguen alzarse en el Molinón con el título liguero. Zamora, en el último minuto hace el empate a dos que le basta para quedar campeón.
Fantástico.
San Sebastián se viste con las mejores galas para recibir a los héroes. Una fiesta.
Con la inercia de este campeonato y manteniendo la estructura del éxito, consiguen de nuevo la Liga en la temporada siguiente, el no va más.
Se decidió en casa, ante su eterno rival, el Athletic, días antes de comenzar el Mundial 82 de Naranjito.
Con 47 puntos, se alza con el título y tras él, Barcelona y Real Madrid, que no fueron capaces de seguir la estela blanquiazul. Dos y tres puntos de diferencia se llevaron a final de la liga.
Otra vez hemorragia de satisfacción en San Sebastián. Dos títulos y un subcampeonato en tres años. No se lo podían creer. Impensable años atrás. No eran tiempos de grandes fichajes en España, pero en especial, la cantera se trabajaba en esta zona de manera estructural.
Pero aquí no acaba la dictadura de los equipos vascos. Aún había más. Mucho más. Pero cambió de acera, ya no era San Sebastián, sino la vecina Bilbao la que se erigiera con el cetro del fútbol español.
Sin dudar. Con poder. De blanquiazul a rojiblanco, de la Concha a Neguri.
El Athletic, había ganado su última Liga en el 56, hacía muchos años ya, casi que no lo recordaban.
No fueron conseguidos estos dos nuevos campeonatos tras una hegemonía incontestable por parte bilbaína, de hecho perdieron once partidos entre las dos campañas, pero sí fue un derroche de empuje, labor de equipo y fe en sus posibilidades.
Con un Javi Clemente de entrenador, el rubio de Baracaldo, hecho un chaval, con 32 años hizo quedar cuarto al equipo, y con 33 y 34 ganaron la Liga, terminando terceros las dos campañas posteriores.
Bilbao era una fiesta del fútbol. A campo lleno se desarrollaban los partidos. La cantera, de nuevo resultaba ser protagonista. Le daban su sitio y la escuela vasca fue emblema y estandarte en la enseñanza de este deporte.
Aquellas piezas eran los Zubizarreta, Goicoechea, De Andrés, Urquiaga, Urtubi, Gallego, Sola, Dani, Noriega, Sarabia, Argote...
Su segundo título consecutivo también se culminó en el último día, tras derrotar a sus vecinos blanquiazules por dos goles a uno en San Mamés.
Aquel año consiguieron hacer doblete, tras ganar la final de Copa en el Bernabéu al Barcelona de Maradona. Fue una final de infarto, con mucha polémica y una serie de incidentes al finalizar el partido que no conviene recordar.
Eran los comienzos de los hermanos Salinas, Pachi y Julio.
Fútbol de coraje y garra, forma física extraordinaria, mucha velocidad y sobre todo, contraataque.
Aquella primera mitad de los años ochenta será recordada, sin duda, por la autoridad del fútbol vasco en España.
Fútbol a la antigua usanza.
Y sólo han pasado veintitantos años...

martes, 7 de diciembre de 2010

De Groelandia y futbolista

Está de moda escribir en los blogs, no sin razón, de jóvenes promesas, de jugadores que golean, de equipos punteros. Hoy me voy a rebelar ante esta costumbre y voy a hacer una pequeña reseña de un jugador de treinta y tres años, trotamundos del fútbol que aún jugando en buenos equipos, nunca dio ese paso que se le presupone a una estrella.
 Me estoy refiriendo a Jesper Gronkjaer.
Esta noche ha marcado un gol, de penalty, pero vale igual. El Copenague ha ganado 3 a 1 al Panathinaikos griego y su equipo se ha clasificado para octavos de final de la Champion League.
Se trata de la primera vez en la historia que un equipo danés llega a estar entre los mejores dieciséis de Europa. Y en gran medida es por la regularidad y el talento de este jugador, nacido en Nuuk, capital de la gélida Groelandia, a poco más de 200 Kilómetros del Círculo Polar Artico, donde viven ocho meses del año por debajo de cero grados.
Es habilidoso, tiene técnica depurada, juega con el balón cosido a sus piernas con un dominio total del mismo.
Pero su carrera deportiva no ha destacado sobremanera por su irregularidad. Se le consideró siempre una eterna promesa.
Tras emigrar su familia a Dinamarca siendo un niño, empezó a despuntar en el Aalborg danés, para al poco tiempo ser estudiado por los cazatalentos del Ajax holandés. Lo ficharon en el 98 y tras jugar tres temporadas en los Países Bajos hizo el contrato de su vida en el Chelsea de Claudio Ranieri. Allí, con todo un futuro por delante, empezó su declive, con tan sólo veinticuatro años. Tras tres temporadas grises pasó posteriormente por el Birmingham, Atlético de Madrid y Stuttgart, volviendo a Dinamarca en el 2006.
Con su selección ha participado en 76 ocasiones siendo de los jugadores que mayor número de veces vistieron la elástica nacional.
Es en la capital de la cerveza Carlsberg donde está viviendo una segunda juventud. Con el Copenague ha ganado tres ligas de cuatro posibles y por fin este año ha conseguido a título colectivo meterse en la élite europea.
Que siga la fiesta !!
Su duende y su carisma merecen un mejor final.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mi docena de estrellas

Ahora que el 2010 está llegando a su final, voy a dedicar una entrada a los que, desde mi punto de vista, han sido los mejores jugadores del planeta en la década que finaliza.
Esta opinión no está sujeta a ningún dato ni estadística concreta, sólo son sensaciones a lo largo de los años que me conducen a un listado de una docena de futbolistas que han sembrado de éxitos la década que finaliza.
Sé a ciencia cierta que faltarán muchos, pero lo que puedo afirmar es que "son todos los que están, aunque no estén todos los que son".
Empezaré por la portería y daré tres nombres, dos de ellos anteriores en el tiempo al tercero.
Oliver Khan, portero emblemático de Bayern Munich y de la selección alemana, si bien su mayor nivel lo adquirió a finales de los noventa, ya en la década entrante ha sido un magnífico guardameta en un equipo de primerísimo nivel europeo. De hecho, es el portero con mayor número de partidos disputados en la Bundesliga.
Gianluigi Buffon, campeón del mundo con la selección italiana en el Mundial 2006 de Alemania, desempeñando su trabajo entre el Parma y la Juventus. Es en la Vecchia Signora donde ha disfrutado de los mayores éxitos, donde llega en la temporada 2001/02.
Demostró amor a los colores, cuando la Juve fue descendida a la Serie B italiana por la manipulación de encuentros, al ser de los pocos que se mantuvieron en la escuadra de Turín.
Reflejos e intuición fueron sus principales características en su época dorada.
Iker Casillas, con veintinueve años, un mundial con la selección española y dos Champios League con el Real Madrid, son de sobra conocidas sus virtudes y aún con un futuro prometedor.
Me limitaré a dar un único defensa, italiano, símbolo del Catenaccio, Paolo Maldini, la eterna juventud.
Si bien en la década que analizamos ya estaba en la treintena de años, me inclino por éste antes que por Fabio Cannavaro. Maldini fue un lateral izquierdo de lujo, algunas veces actuó como central, defensa de los de antes. Debido a que se retiró a los cuarenta años en plena madurez deportiva, ha sido el jugador que más partidos ha jugado en la Serie A italiana, además de ser el que mayor número de veces vistió la elástica rossonera.
Pasando al mediocentro, empezamos a repartir juego con los ingleses.
El ex del West Ham United y actualmente en el Chelsea Frank Lampard, símbolo de juego elegante y fresco, pulmón del equipo y jugador que en momentos difíciles se echa el equipo a la espalda, siendo una pieza tremendamente básica en su equipo y en la selección nacional. Le falta al día de hoy haber ganado un título de envergadura, llámese Mundial o Champion League, pero todo se andará.
Continuamos en el centro del campo, Steven Gerrard, toda su vida en el Liverpool, igual ataca que defiende; es, ha sido y será bandera en Anfield Road. La Champion League de Estambul en la temporada 2004/05 fue el cénit en una carrera plagada de éxitos individuales y colectivos.
Volvemos al panorama nacional e incluyo en la lista al cerebro de los cerebros, al genial Xavi Hernández, centrocampista por antonomasia, bombea y da juego al Barcelona y a la selección nacional de una manera académica. Es un profesor del balón. Mundial y Champion League le dan lustre a un currículum que no necesita de títulos para lucir por sí mismo.
Pasamos a la vecina Francia para incluir al inigualable Zinedine Zidane. Otro maestro. Un mago del balón. Mundial y Copa de Europa le acompañan. Embajador de Naciones Unidas. Uno de los mejores de la historia. Un guante en la pierna.
Damos un toque de color e incluímos al duende, la improvisación, el genio, Ronaldinho Gaucho. Brasil en todo su esplendor, con sus ventajas e inconvenientes. Quizás poco tiempo en la élite, pero lo que mostró al mundo en esos años fue de una categoría exquisita.

Continuamos con el francés que fue héroe en las islas británicas, Thierry Henry.
Delantero desequilibrante con un regate y una zancada verdaderamente espectacular. Pero si por algo destacó este francés entre tantísimas virtudes fue por su aspecto anotador, circulaba el gol por sus venas, tenía rh gol, ni positivo ni negativo, rh gol. Indiscutible goleador en un Arsenal que maravilló al mundo. Y cuando recala en el Barcelona, sigue aportando maravillas al planeta fútbol. Y además era la elegancia hecha futbolista.
La siguiente estrella es otro delantero carioca que deslumbró en el Barcelona de manera prodigiosa, Ronaldo Nazario de Lima, que pasó posteriormente por Real
Madrid e Inter de Milán, aunque su verdadera cumbre fue en el equipo azulgrana. Fue un auténtico boom en época que el fútbol necesitaba de matadores del área.
Tras ser traspasado perdió valor, fue díscolo y se vino abajo, pero en la época barcelonista revolucinó el mundo a base de goles y potencia. Ningún defensa supo ni pudo pararlo.
Enmudeció al planeta con su sprints, pletórico de potencia y forma física.
Y dejo para el final al de Rosario, al argentino de veintitrés años, al chavalito que se hizo hombre en Barcelona. Cabeza prodigiosa, el maestro de las asistencias, del disparo colocado, el rey de los inventos.
Mágico, incombustible, potente y veloz, La Pulga, Leo Messi, sin duda, es la mejor estrella que ha dado el firmamento futbolístico en estos diez años. Y lo mejor, con un futuro realmente espectacular.
A ver vosotros qué opináis, ¿A quién eliminas de la lista?, ¿A quién incluyes?